#13 La ComPol en la internet tiktoker- II
Segunda parte del análisis de la compol de Milei: construcción de un ecosistema digital libertario; desburocratización de las publicaciones para ganar volumen e inmediatez; transgresión y audacia
Hace unos días abordamos algunos de los principales puntos de apoyo sobre los que se erigió la compol de Javier Milei.
Mencionamos su narrativa y su especial interés por posicionarse desde la arena digital y así comenzar a copar la agenda pública.
Sin embargo, eso no fue todo.
Hoy analizaremos su comunicación masiva y de nichos; su desburocratización del proceso de publicación y su actitud transgresora como ejes, de esta segunda parte, de la compol en la internet tiktoker.
1. Comunicación en dos niveles
Una cuota importante del éxito comunicacional de La libertad Avanza (LLA) radicó en la capacidad de combinar estrategias tanto para el público masivo como para nichos específicos:
Masivo
Se logró generar un flujo continuo de contenidos (nuevos y refritos tras edición de material de archivo) estratégicamente alineados pero con diferencias entre sí.
Esta "catarata" de publicaciones, lo que Eugene denomina la “manguera a presión”, se amplificaba a través de la interacción entre una infinidad de cuentas satélites y replicadoras, generando una conversación constante.
¿Qué son las cuentas satélites y replicadoras? Son perfiles de redes sociales que no son la cuenta oficial del candidato o partido, sino que están diseñadas para llegar a audiencias específicas (nichos) como podrían ser hombres jóvenes, antifeministas, antiK, etc.
Las cuentas satélites suelen tener las siguientes características:
Especificidad: Se enfocan en un tema o grupo demográfico específico para atraer a una audiencia más amplia.
Autonomía: Operan de forma independiente, aunque siguen la estrategia y mensaje de la campaña.
Flexibilidad: Pueden ser más ágiles y adaptarse rápidamente a los cambios en la campaña o en la opinión pública.
Amplificación: Ayudan a amplificar el mensaje de la campaña y a llegar a más personas.
Todas estas cuentas construían un verdadero ecosistema digital libertario que llenaba las redes de sus contenidos.
¿Qué transmitían estas publicaciones? Una clara oposición al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio, además de referenciar permanentemente a un verdadero “outsider”, una completa novedad.
Esta estrategia no comenzó en la campaña 2023 sino mucho antes.
Desde la primera aparición televisiva de Milei en 2015, se trabajó en esa línea.
Es muy común que esto no se tenga en cuenta o se minimice pero la construcción de imagen pública demanda, entre muchas otras cosas, tiempo.
Tiempo de golpear una y otra vez en un mismo sitio. No digo 8 años. Eso depende de los objetivos y el contexto, pero sí se requiere de trabajo y constancia.
Y, como en el yoga, sostener.
Sostener.
Obviamente, durante la campaña se intensificó el volumen, la circulación y el impacto de sus mensajes y postulados por la creación de miles de nuevas cuentas satélites y replicadoras pero eso se construyó sobre una base que ya tenía 8 años de trabajo.
Y fue un éxito.
Porque, si consideramos la construcción de la imagen pública en términos masivos como aquella que busca generar una impresión positiva instantánea en la mente del electorado, podemos concluir que Milei lo logró con creces.
Me enfoco en la noción de "impresión instantánea" porque no se trata de una idea racional o una razón lógica, sino de una respuesta emocional visceral que surge como un reflejo
En esa “impresión instantánea” Milei era una cara nueva, alejado de los partidos que habían gobernado el país y que se mostraba harto por las malas gestiones económicas de las últimas décadas.
Nichos
Además de ese enfoque general, Milei utilizó ese ecosistema digital libertario para segmentar y brindar contenidos de mayor profundidad sobre algunos temas para audiencias específicas.
Así, parado sobre un mismo universo de cuentas, ganaba visibilidad de forma horizontal y vertical.
Para nichos se ofrecía la posibilidad de profundizar en las ideas de Milei y su partido.
Entrevistas, charlas, exposiciones de 40 minutos o más en las que el referente libertario daba su visión de porqué las cosas estaban lo mal que estaban.
Esto es central aclararlo porque su palabra se erigió sobre el fracaso de los dos principales frentes que gobernaron sin éxito la Argentina entre 2015 y 2023.
Para todos los desilusionados de esas gestiones, había un sinnúmero de videos, de 2015 a la fecha, del candidato criticando a los distintos gobiernos y exigiendo medidas económicas liberales concretas.
El libro "El fin de la inflación", publicado en mayo de 2023, fue uno de los últimos empujones para alimentar esta estrategia.
Milei, con su uso frecuente de lenguaje económico técnico y citas de autores poco conocidos para el gran público, proyectaba una imagen de “persona preparada” ante las masas, mientras que atraía a diversos sectores del liberalismo argentino.
En ese plano, también se nutría de replicadores -de carne y hueso- de sus postulados en nichos liberales y antifeministas.
Nicolás Marquez y Agustín Laje, con 150 mil seguidores y 1 millón de seguidores respectivamente, son dos de los ejemplos más resonantes de este esquema.
2. Desburocratizar la comunicación
Sin embargo, lo más llamativo de su estrategia no fue eso.
Lo realmente disruptivo de su compol fue el dinamismo y la vorágine de su implementación.
La generación de contenidos era constante, sin pausa.
El propio Milei encarnaba ese rol con un promedio de 200 likes y decenas de tweets y RT diarios en X.
Él mismo se jactaba de manejar sus redes sociales sin intermediarios (salvo Tik Tok, que se lo delegó al joven Iñaki Gutierrez).
Eso daba materia prima para nuevos recortes y publicaciones del ecosistema digital libertario que maridaron la publicación constante con los esquemas de validación de contenidos estratégicos.
Bueno, es un decir, porque la verdad es que simplemente no lo hicieron.
La desburocratización era -casi- absoluta.
Las cuentas satélites y replicadoras publicaban sin pausa, todo tipo de contenido, sin otro lineamiento que promover las ideas del mandamás libertario.
Esto incluía difundir los posicionamientos más polémicos de LLA desde el ecosistema digital libertario, incluso, como estar a favor de la venta de órganos o promover los vouchers en educación.
Así, ganaron en impacto, rebote y, sobre todo, en inmediatez.
Imaginen los minutos (u horas!) que se ganan al no tener que validar.
Y si alguno resultaba que no era del todo favorable para publicar, no importaba, porque al rato deglutido por la catarata de nuevas publicaciones que se generaban y sí estaban englobadas en la estrategia correctamente.
3. Audacia e incorrección política
Es interesante esta estrategia porque hoy es habitual que declaraciones que generen tantas críticas y rechazo en los medios tradicionales y en redes, sean modificadas o hasta removidas de los esquemas de campaña.
El actual ministro Sturzenegger lo expuso con claridad hace algunos años cuando confesó públicamente que tenía la orden de no explayarse sobre su plan económico para mejorar su performance electoral.
“Cuando seas Gobierno hacé lo que vos creas, pero no lo digas ahora”.
Y así lo hizo.
Pareciera que los candidatos quieren caerle bien a todos y generar propuestas que no generen críticas ni rechazos.
Hay una suerte de cautela excesiva, en no querer sacar los pies del plato, y se termina generando una narrativa que escasea de propuestas concretas y transformadoras.
En vez de discutir políticas se plantean lugares comunes (que el país crezca, que podamos vivir mejor, etc.) o se cae en chicanas personales.
De políticas concretas, poco y nada.
Así, mientras gran parte de los discursos más progresistas parecen estacionados desde hace años en la “defensa de XXXX”, Milei y su equipo entendieron que el cansancio frente a la coyuntura económica y política era masivo y hacía falta alguien que rompa con lo establecido, que patee el tablero, que esté dispuesto a afrontar los conflictos que implican esos cambios.
Esa audacia de ir con su manual sin importar el qué dirán, también lo diferenció del resto de los candidatos y le dio réditos.
4. Conversación continua
¡Hola! soy Martín Sosa, periodista y consultor en comunicación argentino. Tengo 36 años y 10 de experiencia en comunicación política, institucional y digital.
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El video de Sturzenegger es increíble jajaja. Estas cuestiones de comunicación política me vuelven loco.
Gracias por la información ☺️