#8 El periodismo long tail
Medios tradicionales usan IA para magnificar el volumen de contenido sin percatarse que, corriendo al ser humano del proceso, se alejan de sus audiencias y desaprovechan potencial para "capilarizarse"
Antes que nada, un gran saludo para todos los suscriptores, en especial a aquellos que se sumaron hace poco, gracias a la recomendación que realizó Xavier Peytibi en Política creativa, donde tuvimos el honor de estar entre sus newsletters favoritos dedicados a “periodismo y tendencias”. ¡Muchas gracias, Xavier!
1. “Que 20 años no es nada”
En 2004, el periodista y analista Chris Anderson publicó un artículo en Wired que causó gran impacto debido a que anunciaba el advenimiento de una nueva etapa en la economía global fruto del avance de internet. En el texto, Anderson postulaba el concepto “Long tail”(larga cola) para referirse a este fenómeno económico y de consumo que florecía de la mano del avance tecnológico.
Según explicaba, en la economía digital, la distribución de la demanda de productos y servicios ya no seguía una curva de campana tradicional (pocos éxitos masivos y muchos productos con poca demanda) sino que se distribuía en una "larga cola", donde había una gran variedad de productos y servicios con una demanda más fragmentada pero sostenida. Los famosos “nichos”.
En el plano de la comunicación lo hemos estado viviendo durante los últimos 15 años: el poder de fuego de los grandes medios se va desinflando cada vez más fruto de la capilarización y diversificación de la oferta de contenidos. En un comienzo, el boom de generación de contenidos fue en Blogger, luego en Wordpress, más tarde en Twitter o Facebook, Medium, Snapchat y más recientemente en Instagram, Twicht, Tik-Tok o los canales de stream en Youtube.
2. El riesgo de la recursividad
Paralelamente, la expansión en el uso de la IA ha impulsado el diseño de modelos automatizados capaces de procesar enormes volúmenes de datos y filtrarlos de forma personalizada, adaptándolos a los intereses y hábitos de los usuarios. En el fondo, ¿qué son sino los algoritmos? Auténticos curadores de contenidos a escala, que identifican patrones, determinan la relevancia y las tendencias, y adaptan los materiales a las preferencias individuales. De este modo, la IA se ha convertido en un actor clave en la transformación de los ecosistemas de comunicación y consumo de información.
Sin embargo, la IA no solo filtra contenidos sino que también los genera. Cada vez más y con mejor calidad. En la actualidad, la mitad del tráfico de internet proviene de bots: algunos generan contenidos, otros rastrean, identifican, catalogan, etc. Así, se va generando una endogamia en la que el ser humano -y sus contenidos- ocupan un lugar menos relevante y la IA y los bots se nutren mutuamente.
Un estudio publicado recientemente en la revista Nature volvió a poner sobre la mesa este asunto que se conoce como “recursividad”. Es decir, cuando la IA se entrene mayoritariamente con contenidos generados por IA. El título de la investigación no brinda el mejor panorama: “Los modelos de IA colapsan cuando se entrenan con datos generados de manera recursiva".
En el trabajo, los autores señalan que “Encontramos que el uso indiscriminado de contenido generado por modelos en el entrenamiento causa defectos irreversibles en los modelos resultantes, en los cuales desaparecen las colas de la distribución de contenido original".
Más adelante, detallan que “al principio, las colas (eventos de baja probabilidad) comienzan a desaparecer como resultado de la baja probabilidad de muestrearlas y, con el tiempo, el soporte de la distribución se reduce. Denotando el tamaño de la muestra como M, si consideramos el estado i con probabilidad p_i, el número esperado de muestras con valor i provenientes de esos eventos será menor a 1. En la práctica, esto significaría que perdemos información sobre ellos".
Algo similar podríamos decir que pasó en 2012 con el cuadro"Ecce Homo," una pintura de Jesús que se encontraba en la iglesia del Santuario de la Misericordia en Borja, España, y que necesitaba ser restaurada. Cecilia Giménez asumió la tarea y el resultado generó un impacto mundial, ya que la nueva pintura distaba muchísimo de su original. De hecho, en la ola viral de memes que trataron el asunto renombraron a la obra como “Ecce mono” (ja!). Bueno, la investigación parece advertir algo similar: cuidado con prescindir de lo nuevo, de lo original.
3. Lo humano, corazón del long tail
Resulta llamativo que los medios tradicionales no se hagan eco de esta problemática que existe, está ahí y nos afecta a todos. Siguen la corriente con la esperanza de poder surfear la ola de la transformación digital junto con la de la IA. Apuestan a un modelo basado en publicidad que está perimido y entienden que la mejor forma de sostenerse es:
Reduciendo costos mediante retiros voluntarios de los más experimentados.
Otorgando grandes responsabilidades a equipos sin formación, conocimiento, experiencia y/o audacia.
Generando contenidos a mansalva con IA, sin agregar valor y con el fantasma de la recursividad en el horizonte.
No comprenden que así, no hacen más que reducir su valor diferencial, pisoteando las cualidades, características y atributos que los distinguían del resto, en pos de ampliar los volúmenes de contenido basura que circulan en la web. Sucede que, pese a todos los avances que existen en la actualidad, los factores humanos siguen siendo un aspecto fundamental para la generación de contenidos de calidad. La capacidad de poner en contexto, comparar, interpretar matices/ambigüedades/metáforas, idear nuevos enfoques, poseer sensibilidad respecto de determinados asuntos, analizar relaciones entre temas poco o nulamente explorados, etc. siguen siendo habilidades que nos hacen únicos y nos permiten aportar una perspectiva que va más allá de lo que la IA -al menos hoy- puede ofrecer.
La IA trabaja sobre lo ya creado, lo ya existente. Puede crear algo nuevo, sí, pero mediante la combinación de lo que ya existe dentro de su modelo.
Los seres humanos, en cambio, tenemos la capacidad de crear desde cero. La imaginación humana no es una fórmula matemática ni puede encasillarse en ningún código ni lenguaje. Simplemente está ahí y, cada tanto, florece.
En un entorno de proliferación de contenidos (sean humanos o generados por IA) y emergencia de nichos temáticos, los atributos humanos se vuelven claves. El “valor” ya no reside en el volumen ni en la cantidad sino, en gran medida, en la calidad. En la capacidad de seleccionar, organizar, interpretar, asociar, comprender y explicar.
Comprender la singularidad e integralidad de estas capacidades y saber explotarlas de manera estratégica -y con la IA de aliada- será parte fundamental del camino "long tail" que el periodismo deberá recorrer en los años venideros. Siempre y cuando no desee ser absorbido por el avance de la internet fantasmal, por supuesto…
4. Conversación continua
¡Hola! soy Martín Sosa, periodista y consultor en comunicación argentino. Tengo 36 años y 10 de experiencia en comunicación política, institucional y digital. Desde hace algún tiempo que vengo pensando en crear un espacio en el cual pueda compartir noticias y análisis en torno a la coyuntura de la comunicación, la tecnología, la cultura y la política y creo que llegó el momento.
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Buenísimo, de verdad ☺️